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jueves, 27 de julio de 2017

MENTIRAS 1ª Parte: EL PSICÓPATA


Por Daniel Pérez

Por mucho que algunos nuevos gurús de la Neurociencia intenten hacernos creer que el Psicópata tiene fallos en ciertas zonas del cerebro que impiden un procesamiento y respuesta normal de informacíon emocional y de toma de decisiones, yo no encuentro estas justificaciones nada satisfactorias. Como mucho, el Psicópata es distinto, eso es todo.
El Psicópata, ya lo he repetido decenas de veces, es un mentiroso consumado. Es una persona que puede parecer compulsiva en sus mentiras...pero solo eso lo parece.
El/la Psicópata miente por distintas razones, pero todas están justificadas según su modo de ver la vida y a los demás.
Miente para quedar bien, miente para conseguir cosas, dinero o sexo, miente para dar pena, miente para justificar sus atropellos y a veces, miente porque le gusta jugar con las personas.

Así, cuando una persona me pide una consulta privada ya que duda si ha sido víctima o está siendo víctima de una relación con un/una Psicópata, cuando la respuesta es afirmativa, uno no puede dejar de sorprenderse de que la persona en cuestión no se dé cuenta de cómo le están tomando el pelo, del nivel de caradura y descaro con el que lo manipulan y de lo burdas y evidentes que son las mentiras del sospechoso.
Cuando uno mismo ha vivido mucho tiempo atrás esta situación, es fácil reconocer las inconsistencias, excusas, trampas, marrullería y juego sucio del Psicópata.
Lo que ocurre es que cuando has escuchado los testimonios de mucha gente (a menudo, muy similares), se te hace un poco pesado. Sobre todo cuando le dices a la persona que sufre, la que te ha pedido consejo, "haga usted lo que quiera, pero yo cortaría toda relación para siempre con ese/a personaje y lo haría con alevosía, a traición y sin despedirme...." y te mira con una mezcla de pena e incredulidad.
Después de escuchar las fechorías de esta gentuza, lo que me sorprende más es que muchas parejas del Psicópata aún lo defienden...o al menos, lo justifican.
Por ejemplo, te cuentan que su pareja decía que trabajaba cada día hasta las tarde, y al cabo de un par de años, por casualidad o no, descubren que nunca ha trabajado por las tardes! ¿qué es lo que hacía o dónde estaba?....sorpresa!
Otro caso, de repente han descubierto que el fin de semana en el que había ido a visitar a un familiar enfermo, estaba de vacaciones con una vecina del barrio.
Cuando le muestras a la persona lo flagrantes que son las mentiras de su pareja, siempre te salta con dos posibles respuestas:
1-Ya lo sé, pero es estoy enamorada/o, lo estoy pasando muy mal y no sé qué hacer...(parece ser que la excusa "enamorado/a" sirve para justificar cualquier cosa).
2-He hablado con el/ella y dice que tengo que apoyarle, que tiene problemas, no puede evitar mentir y que va a ir a terapia. O, es una persona que sufrió muchos abusos, su padre no lo quería, bla bla bla....
O quizás, no ha pasado nada, dice que solo ha sido un desliz, pero no hubo sexo....

Véis por dónde voy?  El/la Psicópata no tiene problema alguno para inventar una mentira que tape a otra mentira y además sabe que su pareja está tan enganchada que se lo va a tragar....y si no se lo traga, le importa una mierda.

martes, 27 de junio de 2017

PERSONALIDADES PELIGROSAS EN LAS ARTES MARCIALES: Por Federica Cossu y Daniel Pérez


Por Federica Cossu (criminóloga y experta en comportamiento no verbal) y Daniel Pérez (profesor de Chikung, Taichi, Kungfu, Acupuntor y experto en personalidades psicopáticas)

Exposición de la situación basada en la experiencia

Daniel Pérez
En más de 20 años metido en el mundo de la sanación, tradiciones de desarrollo espiritual y artes marciales, además de haber observado a practicantes y profesores, no solo de artes marciales tradicionales, sino también, deportes de combate, sanadores, terapeutas, instructores de Yoga, Chikung, gupos de Meditación...he podido constatar que al igual que ocurre en todos los ámbitos de la sociedad, hay personas que podríamos calificar de "ultra egocéntricas", "tóxicas", "manipuladoras", o simplemente, "sin escrúpulos", que actúan tras un disfraz de "instructores", "maestros", "gurús", etc...
De hecho, creo que debido a la naturaleza y la imagen que proyectan estas actividades, la proporción puede ser más elevada que en otras profesiones o actividades.
Hay varios factores que hacen que muchas personas poco de fíar se sientan atraídas por las artes marciales y los sistemas meditativos, por ejemplo:

Factor 1-En estas profesiones, las personas fraudulentas y los impostores encuentran grandes oportunidades de engañar a mucha gente, por dos razones:
La primera, es que muchas personas se sienten atraídas por estas prácticas porque tienen la idea de que les ayudará para ser personas más fuertes, sanas y seguras de si mismas (lo cual es cierto, si la tríada es correcta, o sea, si el arte, el profesor y el alumno son buenos). Los caraduras se aprovechan de las debilidades de algunas personas y algunos grupos sociales y por otro lado, fomentan la dependencia de sus seguidores haciéndoles sentir bien, mediante halagos, premios y promesas.
En la sociedad actual, que tanto valora la imagen externa, estos sujetos, saben que el "disfraz" o la "máscara" es esencial para engañar a los más inocentes, incautos o crédulos. En otras palabras, se inventan un curriculum y un personaje de "maestro" o "gurú" que hace que, muchas personas, los vean así. Al fin y al cabo, el público en general, si  no está iniciado en una disciplina que no conoce, como es lógico, le cuesta distinguir lo falso de lo real, ya que no tiene con qué comparar.
Por cierto, hoy día, como he comprobado en múltiples casos de psicópatas en el mundo empresarial, el mundo de la salud, etc...estos individuos hacen un uso muy hábil de internet y las redes sociales para crearse una historia y un personaje público falso, pero relativamente convincente...

Factor 2- Las mismas personas con un carácter problemático y narcisista, encuentran que las artes marciales y la meditación, pueden hacerles sentir importantes y poderosos, les gusta la sensación de fuerza y autoridad que conlleva.

Factor 3- En las artes marciales en particular, he observado que existen personas excelentes, pero también personas inmaduras y en algunos casos violentas. Los sujetos sádicos en concreto, suelen mostrar una afición por las armas, el combate y todo lo que tenga que ver, especialmente notable. Cuando estos tipos alcanzan ciertas cuotas de poder o reconocimiento en un grupo, ya lo tienen fácil para dar rienda suelta a su placer por dominar, controlar y causar sufrimiento a otros.
No hace falta mencionar nombres, tenemos desde el gurú que se aprovecha de sus seguidores para vivir la gran vida a su costa, a los que se autoproclaman maestros o "monjes" solo para hacerse famosos y tener poder sobre sus alumnos (a menudo, consiguen engañar también a otros profesores de artes marciales, aunque no a todos). Un par de casos famosos en España, son los del "falso monje Shaolin" que no solo era un impostor narcisista, sino un psicópata agresor sexual sádico y asesino en seríe. O el maestro de Kárate, que hacía de su escuela un lugar orgiástico para abusar sexualmente de varones y hembras. O el religioso, que usaba su congregación como una secta para, no solo realizar un lavado de cerebro eficaz, sino conseguir sexo, dinero y propiedades de sus acólitos.
O los que proclaman ser herederos de técnicas secretas que nadie puede comprobar que hayan venido de alguna parte, o los que consideran que solo por cuestiones de linaje, son depositarios únicos de enseñanzas que excluyen al resto, o personas que claman poseer poderes que solo compartirán  a cambio de ciertas condiciones, pero cuyos poderes nunca  se han podido probar.

Como vemos, si ya es triste que los psicópatas o, en términos que usa la gente de la calle, las "malas personas", actúen en todos los estratos sociales, es especialmente peligroso, cuando logran adquirir una cuota de influencia en áreas que se suponen que tienen que contribuir al desarrollo de cualidades positivas para la salud física, mental y emocional de la sociedad. A este respecto cabe mencionar que estas personas poseen características que los hacen muy hábiles para engañar a cualquiera, tal y como describe J.M. Pózueco: "El engaño, aunque sea inofensivo o a pequeña escala, forma parte de las interacciones cotidianas entre personas normales, pero ¿qué sucede cuando aparece en escena un psicópata? El resultado es catastrófico[...]" "estas personas tienden a percibir cualquier intercambio social como una oportunidad para parasitar...", su particular habilidad es el teatro [....] y todo ese espectáculo es el que nos engancha a ellos [....] al menos, hasta que los desenmascaramos" (Psicópatas Integrados: perfil psicológico y personalidad - 2010)”.

¿Cómo podemos detectar a estos impostores?
Aparte de la intuición, la respuesta no es fácil. Más abajo, Federica Cossu nos ofrece unas guías muy útiles. Como hemos dicho, cuando una persona neófita entra en contacto por primera vez con un arte, escuela o práctica, a menudo, no sabe cuál es el propósito, historia, filosofía, objetivos y beneficios que se esperan de esas actividades, y por consiguiente, es probable que tarde en desenmascarar a esos líderes de sectas, fanfarrones y delincuentes disfrazados de personas respetables.
Muchos de estos sujetos egocéntricos y falsos, son personas que tienen la extraordinaria habilidad de mentir, como veremos a continuación escrito por Federica Cossu. Por otro lado, pueden aprenderse su discurso de memoria y hablar de cosas como la compasión, el respeto, etc...pero ellos mismos no sienten compasión y respeto por nadie que no sea ellos mismos, en otras palabras, pueden sonreírte mientras piensan en cómo van a utilizarte o acabar contigo.
Con frecuencia, cuando alguno de ellos son descubiertos, cambian de ciudad o país y continúan en otro sitio. Otras veces, cambian de profesión, cambian de personaje y se inventan una historia nueva de lo que ha sido su trayectoria vital.
En este artículo, hablamos de personas que se han metido en este mundo con la mala voluntad de engañar o controlar a los demás.





Análisis de contenido práctico y no verbal
Por Federica Cossu (experta ACONVE*)

¿Por qué estos impostores consiguen la confianza de la gente?
Cuando las personas se acercan al mundo de las artes marciales en búsqueda de una guía espiritual y física, generalmente se encuentran en una condición de apertura y predisposición a escuchar al “Profesor o Maestro” que se les presenta, porque suponen (justamente) que se trata de alguien con mucha experiencia y equilibrio, capaz de transmitir su conocimiento para un mejor desarrollo personal emocional y físico. Esto hace que ya exista una base donde plantar las raíces (buenas o malas) para capturar la confianza del futuro alumno. A largo plazo, será tal profesor o maestro quien tendrá que ser suficientemente “bueno” y “líder”,  para que la persona que lo está siguiendo se quede. En este sentido, aparte de lo expuesto más arriba por Daniel Pérez, existe un problema poco conocido, muy estereotipado y sin embargo muy peligroso, que es el de las “Sectas” que, a menudo, se aprovechan de las filosofías de las artes marciales para operar secretamente y de manera desapercibida.

¿Los objetivos? Diferentes. Desde la búsqueda de dinero hasta la satisfacción del deseo de poder. Todo esto dentro de un contexto muy al límite de la legalidad (hablamos de gente profesional y experta en esto) que puede llegar hasta un contexto criminal (véase el falso monje Shaolin mencionado por Daniel Pérez).

¿Cómo podemos detectar a estos impostores?
Secta, del latín: secutus, a, um, de sequor (sequi= seguir, ir detrás de) o de sectus,a,um, seco (secare= cortar, separar).

Podemos resumir la descripción de una “secta” con las palabras de diferentes sociólogos y filósofos: << “La secta es una comunidad que renuncia a la universalidad […] es aristocrática, es una unión de personas calificadas en un sentido religioso [...] ( M.Weber 1864-1920)”; “[…] Las personas se separan del mundo, se limitan en pequeños grupos donde se instaura un orden fundado en leyes, normas y valores propios (Ernst Troeltsch 1865-1923)”.
A un nivel más sintético y actual, Giuseppe Ferrari describe las sectas como: “Una reunión de personas que siguen a un líder o una específica corriente religiosa/ filosófica y que se reconocen en una doctrina y unas praxis que se separan desde las doctrinas más difundidas e históricamente bien implantadas y reconocidas a nivel social y legal (Sette e religioni, N°1, Esd, p.11)”.

Vemos, por lo tanto, como el dinero o la religión no son las únicas motivaciones que impulsan la formación de una secta (o su intento).
Como hemos dicho anteriormente, el “Gurú” fácilmente encuentra terreno fértil dentro del contexto de las artes marciales (orientales o no) por sus potentes fundamentos filosóficos. La diferencia aquí, está en que esta persona se presenta como la única fuente conocedora que puede ayudarte y pasarte su conocimiento sólo si confías ciegamente en ella. Aquí encontramos el concepto de “Dogma”. Se intenta apagar el espíritu crítico para que no se cuestione la autoridad y el poder del líder. Generalmente son personas poderosas con una muy buena dialéctica y comunicación; un comportamiento gestual y emocional muy bien controlado (no reaccionan directamente a las provocaciones, por ejemplo, y son muy conscientes de sus movimientos); con mucha cultura general y específica del conocimiento que se quiere difundir, aunque esta última si se investiga a un nivel más profundo puede faltar (ojos y orejas expertas pueden detectarlo fácilmente). Todas estas características, en un contexto general llevarían a un caso de muy buena “inteligencia emocional” (saber controlarse y comunicar). Sin embargo, cuando entre medio hay dogmas, incongruencias, emociones negativas, aislamiento, leyes incuestionables, poder y autoridad estamos ante un contexto de “manipulación”. 

Podemos darnos cuenta que estamos ante un gurú o falso líder:
⦁ No confiando en los dogmas que nos presentan.
⦁ Si vemos que es una persona que no tiene raíces estables en ningún país y nos parece algo extraño.
⦁ Si buscamos fuentes externas que confirman o no sus palabras e ideas.
⦁ Si nuestro instinto nos dice que “hay algo” que no cuadra es mejor profundizar posibles incongruencias (es como una alarma de supervivencia, está bien escucharla)
Ha sido demostrado científicamente, que el instinto de supervivencia genera diferentes emociones en todos los seres vivientes y que la manera de expresarlas es compartida por la mayoría de seres vivos, inclusos los humanos. Paul Ekman nos habla de emociones básicas: tristeza, miedo, ira, alegría, sorpresa, asco, desprecio, que hoy en día tienen la función de ayudarnos no solo a sobrevivir para reproducir la especie, sino también a un nivel emocional y social. Todos expresamos facialmente más conscientemente o menos, nuestras emociones básicas y todos lo hacemos de la misma manera. Detectar las emociones expresadas por nuestro líder durante sus discursos, también puede ayudarnos a entender si merece nuestra confianza.

En seguida vamos a ver un caso experimentado en primera persona. Lo que fue genial para el estudio y la aplicación práctica de todo lo dicho anteriormente.

Análisis de un caso práctico:
Cuándo: hace unos meses
Quién: una persona que se presentó como Monje Shaolin, acompañado por otras personas, sus alumnos y acompañantes.
Hechos: después de un primer encuentro de presentación de “su” arte Shaolin, decidió dar clases gratuitas y abiertas a cualquier persona interesada, para “compartir su conocimiento”. Con otro amigo decidimos hacer la clase de prueba y por lo tanto participamos en un par de ellas. Yo personalmente solo en una y hablé dos o tres veces con los chicos de ese grupo. Durante la clase, aunque mis alarmas interiores ya se habían encendido varias veces a causa de algunas frases, ejercicios y situaciones que no me cuadraban, decidí callarlas. Después de la misma clase, mantuve una conversación con el “monje” de una media horita hablando en general de sus proyectos, su vida, etc. y todavía confiaba en su persona. Hablé con amigos y compañeros de trabajo de la experiencia y todavía intentaba darle confianza. Al cabo de un día y medio, empecé a escuchar mis alarmas interiores y me puse a buscar informaciones sobre este hombre, sus colaboradores y sobre este arte oriental para mi desconocido.
Al final de mis investigaciones, encontré muchas incongruencias, más varias denuncias y condenas penales en otros países por ser gurú de una secta.
¿Cuáles fueron las incongruencias que había que verificar?
1. Proclamarse ser monje Shaolin: su edad biológica no cuadraba con ese título tan difícil de obtener y sobretodo ya no existen monjes de esa generación;
2. No tener suficiente preparación física correspondiente con su supuesto título;
3. Tener hijos: los monjes Shaolin no pueden tener hijos;
4. Definirse completamente ciego: en otros videos donde aparece él, afirma de poder ver algo, sombras;
5. Los mismos videos de su canal youtube: no son éticamente congruentes (en cuanto a contenidos y calidad) con la filosofía oriental y profesional;
6. Se encontraron congruencias con la identidad de un gurú condenado en otro país
7. Emociones presentadas: una vez enfrentado sobre algunas incomprensiones comunicativas, el nivel de agresividad expresado fue incongruente con la reacción esperada (al respecto existen estudios y bibliografías sobre emoción presentada y emoción esperada).

Detectar un impostor en este caso, ha sido fácil porque jugaba con mi bagaje personal y de estudios de alguien que se dedica a esto. Esto no significa que sólo ojos y orejas expertas puedan darse cuenta. Es muy importante: informarse bien sobre la persona que nos proporciona su conocimiento y sobretodo sobre el conocimiento mismo que se nos proporciona. Comparar fuentes diferentes, y escuchar nuestro instinto en relación a un contexto determinado, es la clave para no caer fácilmente en un engaño, corriendo el riesgo de transformarnos en víctimas de la situación.

Emotions Revealed: Recognizing Faces and Feelings to Improve Communication and Emotional Life  (Times Books, 2003)
*www.aconve.org
*www.shaolinbcn.es
*https://juegosucio-psicopatia.blogspot.com

miércoles, 24 de mayo de 2017

LOS BUENOS PROPÓSITOS Y PROMESAS DEL PSICÓPATA


Por Daniel Pérez

Cuando las cosas no le salen tal como esperaba, o quizá cuando tiene que enfrentarse a consecuencias legales, familiares, etc...el psicópata integrado siempre tiene excusas.
Las excusas siempre tienen que ver con alguna de estas tres razones:
1-Circunstancias. Son del tipo "me encontraba muy mal, no sabía qué hacer" o "la sociedad fomenta que pasen cosas como la mía"
2-Otras personas. Por ejemplo, "me han estado acosando/discriminando/ haciendo mobbing" o "siempre estáis en contra de mi, váis a por mi"
3-Fallos de carácter. Algo así como "Me he portado mal, porque no sabía lo qué hacía" o "soy una persona muy insegura, "lo intenti, pero nada me sale bien" o "soy demasiado sensible".

Pues bien, en general se trata de EXCUSAS. Justificaciones, como hacemos casi todos, para no responsabilizarnos de nuestros actos. La única diferencia, es que el Psicópata comete más tropelías, más fuertes, más continuas y menos justificadas, llevando en algunos casos a consecuencias y posibles castigos contundentes.

Cuando el Psicópata, ya sea adolescente, adulto, hombre, mujer, rico o pobre, tiene que defenderse en los tribunales, en mediaciones con psicólogos o ante su familia, no duda en utilizar estas excusas y añadir algo importante: PROMESAS DE RECTIFICACIÓN Y BUENOS PROPÓSITOS.

Las palabras y la actitud que usa en esos momentos son técnicamente correctas y convincentes, dando una buena impresión de INOCENCIA Y SINCERIDAD, puede llegar a admitir que ha hecho algo mal, que está arrepentido y que va a intentar con todas sus fuerzas comportarse bien.
Es fácil que casi todo el mundo le crea, porque a veces, el Psicópata de explicaciones maduras, sensatas y profundas. Por ejemplo, puede decir "lo siento mucho, necesito ayuda, me doy cuenta de que estoy haciendo daño y ya es hora de madurar" o "siempre he sido una persona problemática, pero quiero cambiar, necesito hacerme responsable de mi vida y trabajar para triunfar en la vida", o "no quiero hacer daño a mi familia y amigos, estoy dispuesto a hacer lo que se necesario a partir de ahora, sé que no será fácil, pero prometo que haré lo máximo".

Pues bien, todos estos loables propósitos de enmedar su conducta y actitudes, NO SIRVEN PARA NADA en estas personas. Puesto que NUNCA SE TRADUCEN EN HECHOS REALES.

El Psicópata o bien dice lo que queremos oír para "salvar su culo" o, en ocasiones, está siendo sincero, pero carece de la voluntad de pasar a la acción para cambiar o de refrenar sus instintos y caprichos para no cometer atropellos sobe los derechos de los demás.

En resumen, el Psicópata TIENE BUENOS PLANES Y PROPÓSITOS PERO NUNCA LOS LLEVA A CABO.

domingo, 4 de septiembre de 2016

EL/LA PSICÓPATA CASI NUNCA SE MUESTRA SIN SU MÁSCARA



Por Daniel Pérez 


¿Porqué vengo repitiendo que es casi imposible identificar al Psicópata a nuestro alrededor?

El titular de este artículo es la razón.

El o la Psicópata casi nunca muestra cómo es realmente sin su disfraz social.

¿Porqué no quiere mostrarse tal y como es?

El Psicópata no es tonto y sabe que es lo que los demás en general, esperan de una persona en las relaciones cotidianas, dicho de otro manera, sabe cuáles son las normas sociales, las reglas del juego para la convivencia justa, responsable y considerada con los derechos de cada uno. Si, lo sabe, porque el Psicópata es una persona sin ningun problema mental que le impida entender y actuar a voluntad. Lo que ocurre es que el Psicópata es un tipo de persona distinta, y a este tipo de personas todas las normas sociales les importan una mierda, si se me permite ser un poco vulgar...

Entonces, el Psicópata, que a pesar de ser una persona bastante activa socialmente, es un introvertido en el fondo, tiene que usar un camuflaje de cara a los demás, que le haga parecer igual que el resto, porque de otra forma le sería muy difícil utilizar, manipular, parasitar y depredar a otros. Porque el Psicópata, es curioso, necesita a otros para vivir, los necesita como personajes accesorios en su propia película, para sentirse vivo, sentirse fuerte y matar su propio hastío, su propio aburrimiento debido a su vida de rata.

Después de estos años escribiendo sobre el Psicópata, no me malinterpretéis, no les tengo una antipatía especial, simplemente me parecen personas inútiles, patéticas, el nivel más bajo en la evolución humana. Tampoco siento pena por ellos, porque sé que son personas que pueden cambiar, por titánica que sea esta empresa,...pero no quieren ni les interesa.

Como se explica en el anterior artículo, del que soy co-autor junto a Eugenio Real, el Psicópata es una persona que en su fuero interno es sádica, desprecia a los demás seres humanos y desconfía de ellos, entiende las reglas del juego, pero no se puede poner en nuestro lugar para saber porqué actuamos de la forma en que la mayoría lo hacemos...además de carecer de la empatía para comprendernos, es esencial saber que carece de interés genuino en nadie que no sea él mismo, debido a su marcado narcisismo. Otra de sus señas de identidad es su personalidad histriónica, que precisamente es necesaria cuando quieres tratar con gente a la que desprecias pero no puedes evitar relacionarte con ellos porque necesitas engañar, dominar y destruirlos. De ahí sus rasgos de dramatismo, teatro, falsedad, exageración, fingimiento...

 

Aquí se plantea una cuestión importante si queremos proteger a la sociedad de estos sujetos, ¿entonces, no hay manera de descubrirlos antes de que sea tarde?

La respuesta es que no sé si la hay, pero al menos, no conozco a nadie que la haya puesto a prueba con éxito. Es muy, muy difícil detectar a un Psicópata a tiempo, pero no es imposible detectar sus actos a tiempo.

En otras palabras, El Psicópata, a primera vista puede llevar un disfraz de cualquier cosa, de ama de casa y madre abnegada, de profesional respetable y de aspecto impecable, de mujer maltratada por la vida, de hombre de éxito y fama, de chico con problemas de adaptación, de compañero de trabajo amable y cariñoso....

En este momento, aparte de la intuición, no hay manera de saberlo, mucho más cuando mucha gente, aún en la actualidad no sabe que existe el Psicópata, y si lo sabe, piensa que es un personaje como el típico maníaco homícida de las películas de Hollywood.

Cuando los problemas aparecen después de un tiempo, entonces, aunque no sepamos qué clase de persona y mentalidad tiene, si tenemos algo importante: LOS HECHOS. Los hechos no mienten, las opiniones, las excusas y las ideas, si.

Para dejar este punto más claro, usando un ejemplo gráfico y un poco absurdo, digamos que te encuentras a tu novia en la cama con el vecino. Tu novia se pone a llorar y te dice una de estas cosas: "es que no te comunicas conmigo, ya no me entiendes", "estoy avergonzada, yo no hago estas cosas", "el vecino me forzó, me sedujo", "estaba borracha, no sabía lo que hacía" o "la culpa es tuya", "sabes que estoy muy deprimida, estoy muy mal". Todo esto, si quieres detectar la conducta del Psicópata, es irrelevante, es un montón de mierda. Pero hay mucha gente que se traga las excusas, si estas van acompañadas de lágrimas y drama. Pero lo cierto, es que tu novia estaba en tu cama con el vecino.

Para que algunas feministas no se enfaden, aunque me da igual, vamos por otro ejemplo:

Ers una mujer sensible y comprensiva. Tu compañero en la empresa te pide un gran favor, tienes que ayudarle en secreto a terminar un proyecto importante que puede hacer que ascienda a un puesto alto y bien remunerado. Este hombre, lleva meses llevándote a casa en su coche tras trabajar, te sientes muy bien con él, hasta te ha confesado cosas muy íntimas porque te considera una gran persona. Te ha dicho que su hijo tiene cáncer, necesita costear su tratamiento y apenas puede dormir y rendir en el trabajo porque se pasa la noche cuidando de él. A pesar de lo fatigoso del trabajo, decides ayudarle, él te promete que está en deuda para toda la vida contigo.

Cuando vuelves de vacaciones, te encuentras que tu amigo ha presentado el proyecto en su nombre, ya no te acompaña a casa y además va diciendo por ahí que has intentado arruinar su trabajo. No solo eso, te enteras de que se ha pasado las vacaciones en un país tropical, y solo tiene una hija que vive con su ex mujer y de la que no se ocupa. Cuando le confrontas enfadada, te dice: "nadie te obligó a ayudarme", "yo nunca te dije que mi hijo tuviara cáncer", "eres un auténtica idiota", o "no seas pesada, no es para tanto, algún día te delvolveré el favor".

Una cosa son los hechos, otra cosa es la opinión o la interpretación que quieras hacer de ellos.

 

Pero antes de que sucedieran, en estos dos ejemplos, el Psicópata tenía dos disfraces, el de novia y el de compañero y amigo.

Vamos ahora, a la tercera posibilidad, ¿Existe algún momento es que el Psicópata salga a la calle sin la careta puesta, sin el personaje?

Pocas veces, pero si. Por lo menos yo he visto estos casos:

1-Cuando cree que nadie le observa o cuando la persona que le observa es indiferente para él/ella.

Es en ese momento en el que no tiene que fingir, bien por que no hay espectadores, o bien, porque hay algún transeunte anónimo que no pinta nada para él.

Por ejemplo, un chica vuelve a casa sola una noche, se le cruza un tipo, éste le dice algo obsceno, ella no le hace caso, él la mira con odio, hace un ademán de agredirle con la mano y le susurra: "puta asquerosa". Seguramente no lo habría hecho en otra situación.

2-Bajo un estrés abrumador o tras un shock repentino.

Por ejemplo, descubres que un simpático empleado que siempre está alardeando de lo honesto y buen trabajador que es, lleva tiempo robando fondos, tú y varias personas decidis tenderle una trampa y confrontarlo a los hechos, de repente, os mira con ojos de odio y dice "sois unos hijos de puta, a mi no me váis a joder".

Tienes una vecina muy agradable, siempre habláis y te explica sus problemas en el trabajo y con sus hijos. Te dice que eres un encanto por escucharla, los fines de semana te trae un poco de pastel que ha hecho ella. Un día, te lleva en coche a casa, cuando de repente, otra mujer pasa muy cerca con su coche y le rompe el retrovisor. De repente, oyes a tu vecina chillar "puta subnormal", coge el retrovisor que está colgando, lo arranca y se lo lanza a la otra conductora, que asustada, no se atreve a salir del coche.

3-Cuando ya está harto de fingir en la intimidad.

Esto sucede cuando su pareja ya le aburre, está buscando a otro/a, ya se ha cansado de destruir psicologicamente a la actual.

En estos casos, estos sujetos actúan de dos formas, con desprecio abierto, caprichos continuos, descalificaciones, ridiculizando y amenazando. Pero después salen a la calle y parecen una persona totalmente diferente, especialmente con ciertas personas son encantadores.

Eres testigo perplejo de dos personalidades distintas.

Otras veces, debido a su ensimismamiento, se callan durante horas con "cara de perro", como si les debieras algo, como si fueras muy aburrido o como si les hubieras ofendido.

Cuando se relacionan con otros, son todo lo contrario, son alegres, el alma de la fiesta.

4-Cuando su forma de ser encaja con la situación.

Esto es mucho más raro, pero está claro que el Psicópata en según que situación, puede mostrarse tal como es y hacer lo que le apetece porque no está tan mal visto. Por ejemplo, un torturador, un mafioso, etc...

5-Cuando le descubres o le hieres.

Cuando descubres a uno de estos tipejos, no suelen tomarlo bien, es de alguna forma, una de las pocas veces en que les interesa la opinión de otro que no sean ellos mismos.

Así, si finalmente, tras muchas dudas, confusión y penalidades, te enfrentas a ellos y le dices lo que sabes, es posible que monten en cólera. Verás en ese momento un odio puro, un odio que siempre ha estado, pero que ellos camuflaban para poder estar cerca.

El Psicópata, incluso cuando todo va bien, al principio de cualquier relación, y te dice tiernamente que te quiere, en realidad ya siente un profundo odio y desprecio por ti. Precisamente por eso, necesita ponerse la máscara, no sea que la víctima salga corriendo o responda de forma hostil.

Tengo un ejemplo real que ilustra este punto, vas paseando con tu mujer, ella siempre está haciendo mimos y carantoñas a los niños pequeños de sus conocidas, es muy sensible (según dice ella misma), siempre llora con las películas románticas. De repente, al doblar la calle, un niño pequeño de unos 3 o 4 años con una bicicleta de juguete choca contra su pierna, obviamente le ha dolido. De repente, en una décima de segundo, ves con horror que tu mujer mira con un odio asesino al niño, "puto niño de mierda" le oyes murmurar, está a punto de ¡soltarle un puñetazo!, al momento aparece la madre del niño corriendo y disculpándose....tu mujer, en una milésima de segundo, como un reflejo robótico, exhibe una sonrisa falsa a la madre y dice "no pasa nada, no pasa nada..."....continuáis el paseo, le miras todavía asombrado y preguntas "estás bien?"...ella te mira en silencio, con odio a ti también....

Vuelves a casa pensando, sin decir palabra, has visto a una persona distinta, malévola, rencorosa, falsa y sucia....tienes una sensación de desazón, perturbadora....sabes que en el fondo has visto a tu verdadera mujer...la que aparece de vez en cuando cuando se le cae el maquillaje...y es muy fea....¿quieres realmente saberlo o prefieres estar al lado del fantasma?

sábado, 20 de agosto de 2016

EL PSICÓPATA NO ES EL HIJO DEL DIABLO - Por Daniel Pérez y Eulogio Real


Por Daniel Pérez y Eulogio Real, Doctor en Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela.

Aquí comienza un artículo de colaboración entre yo mismo, Daniel Pérez, y Eulogio Real de la USC. En este escrito, vamos a presentar la otra cara de la moneda del Psicópata. Ya he escrito decenas de artículos sobre la conducta del psicópata, pero ahora, con el asesoramiento de Eugenio Real, vamos a tratar de asomarnos a la forma de ver el mundo desde el punto de vista del psicópata.


En el presente estudio general, el objetivo es desmitificar la figura del Psicópata mediante una visión global de su personalidad y forma de pensar.

Conocer su visión del mundo nos permite dejar de temer a este tipo de personas como a unos seres misteriosos, librarnos de ese miedo atávico a lo desconocido, a lo que es totalmente ajeno a nuestra experiencia normal.
En resumen, en mi blog he escrito muchísimo sobre cómo se comporta el Psicópata pero no porqué actúa así....

Primero, parece ser que el Psicópata cuando interactúa con una persona normal no entiende lo que hace desde nuestro punto de vista sino desde el suyo (carece de empatía para comprendernos). A la persona normal le pasa exactamente lo mismo, no podemos comprender porqué el Psicópata actúa como actúa desde su visión del mundo, sino solo desde nuestro punto de vista y nuestra experiencia.


En su forma de ser, él Psicópata tiene características de varios tipos de personalidad:

-Narcisista, porque es tremendamente egocéntrico, se ve superior a los demás
-Sádico, porque tiene un odio y una cólera persistentes hacia la gente
-Histriónico, es una persona teatral, falsa, infantil, con una gran verborrea y fanfarrón
-Antisocial, es violento en su intención de dañar pero a diferencia del TAP (Trastorno Antisocial de la personalidad) no necesita ser abiertamente violento. El Psicópata, a diferencia del TAP, odia que los demás (a quienes considera sus enemigos) sean felices, pero vivir en ese odio no le causa amargura, amargura que si siente el TAP, que está resentido con la gente y necesita delinquir
-Paranoide, el Psicópata cree que los todos pueden ser sus enemigos y que son perversos y piensan como él
-Evitativo, así es, parece raro y sorprendente pero el Psicópata es introvertido, está aislado, aunque eso no se manifiesta exteriormente, ya que lleva una máscara social de persona abierta, desenvuelto y extrovertido. En realidad, el Psicópata está solo, detesta a la gente y detesta usar una máscara, pero es la única forma que tiene de relacionarse....porque la paradoja es que necesita a los otros para vivir la película de su propia vida, para sentirse poderoso engañando y despreciando a los demás. Me gustaría añadir aquí que está es la razón por la cual nadie identifica al Psicópata hasta que es tarde, ya que nunca interactúa socialmente sin su disfraz, o sea, nunca vemos su personalidad real. Al psicópata le disgusta la interacción social, se siente más cómodo solo, porque en la soledad no tiene que fingir...pero es activo socialmente porque le encanta engañar a los demás, sentir el placer del desprecio a otros. El Psicópata no es como la persona con Trastorno de la personalidad Evitativo que sufre por su falta de autoestima, timidez y escasas habilidades sociales....el Psicópata es Evitativo porque desprecia a los demás y le gusta estar solo.

Recordemos que el Psicópata no padece enfermedad mental alguna, es algo similar a comparar dos televisores, uno LG y otro SONY,  que sean distintos no significa que uno esté roto.

No debemos temer al psicópata como si fuera un “ente maligno”, al conocer cómo siente y piensa, podemos desmitificarlo..lo único que hay que temer de él, son sus acciones (que si son peligrosas).
Siendo francos, el Psicópata es un “don nadie”...  pero es importante saber cómo es y cómo actúa.
Ante la gente, el Psicópata sólo aparenta, no sabemos quién es realmente, pero el Psicópata tampoco sabe porqué nosotros actuamos como lo hacemos...pero si que sabe que le conviene ponerse un disfraz para imitarnos.
Precisamente por eso decimos que es introvertido, actúa tras un disfraz y nunca muestra su personalidad.
Por su falta de empatía, el Psicópata siente un odio extremo por los demás, pero al carecer de sentimientos, no necesita luchar contra el conflicto interior que ese odio provocaría en una persona normal que también es capaz de amar, etc...
Resumiendo, el Psicópata nos conoce desde su punto de vista pero no desde el nuestro.
Se siente atacado continuamente por la sociedad, cree que todos piensan como él, cree tener razón siempre, y si no estás de acuerdo con él, eres su enemigo.
Es curioso, el Psicópata, un hombre o mujer depredador, malicioso, que no sirve para nada, se considera a sí mismo como una víctima y por ello odia a la sociedad.
El Psicópata no es un “demonio”, es solo un ser vacío, lleno de odio hacia los demás, son personas que no son conscientes de cómo sus acciones son vistas por nosotros. Son ciudadanos inútiles, de tercera clase, con un mundo muy limitado.
En palabras textuales de Eulogio Real, “el Psicópata ha nacido así, igual que otros nacen listos o altos...él es malo, está hecho para destruir...ha sido, es y será un cabronazo”.

Vaya panorama, no? Sin duda, se trata de un tipo de persona, cuya forma de pensar, sentir y ver el mundo no aporta beneficio alguno para el prójimo, más bien al contrario, su vida consiste en tocar las pelotas a quienes tienen la desgracia de relacionarse con ellos sin saber qué clase de basura son.